sábado, 25 de mayo de 2013

Celebremos el 25 de mayo


Un país es mucho más complejo que una empresa, pero guarda correlato en los procesos de toma de decisiones, entre lo importante o estratégico y lo meramente cosmético.

En una empresa, debatimos el futuro, hacia donde ir, qué hacer. Generamos una Visión que nos guía y nos proponemos una Misión, qué hacer y cómo obrar para alcanzar los objetivos. Planificamos y mucho. Actuamos, ejecutamos, medimos y corregimos el rumbo. Procesos básicos de cualquiera que conduce, sea un piloto de barco, un presidente o un empresarEo…

También es cierto que no existe, salvo casos muy esporádicos, el iluminado que guía el destino… Se trata más de equipos de trabajo, conducidos por un líder, que se encolumnan detrás de algo superior. Un equipo sano, que comparte valores, que son ejemplo para los demás a quienes lideran.

Hoy me toca vivir en un país donde no hay planificación alguna. Todo es urgencia. Todo es efímero. Donde se antepone la soberbia y la autoridad por encima del trabajo mancomunado de todos. Donde hay más pensamiento en cómo sostener el poder que en ejecutar la Misión del país, hacerlo crecer homogéneamente, con más oportunidades para todos, con más salud, más educación, más trabajo, más inversión, con seguridad jurídica, diálogo, largo plazo…

El Kirchnerismo es la punta del iceberg visible, que muestra lo peor de la corrupción y la politiquería barata y demagógica del poder. Que se dejó mostrar solo por creer que la impunidad le es total. Que quedó expuesto frente a la muerte en los casos de Once y La Plata… porque en definitiva todos sabemos que es verdad que “la corrupción mata” y ellos, paladines de la corrupción lo confirmaron. Quedaron empantanados en el chiquero de corrupción de los casos Ciccone, Skanska, Baez, Spolzki, Cirigliano-Jaime, Vila-Manzano, Eskenazzi-Cristobal… etc. etc. etc.

El Kirchnerismo está festejando hoy su final de ciclo. En ese sentido, el problema es aún mayor, cómo hacer que la clase dirigente futura tenga valores propios de un país democrático y republicano, que prime el bienestar de todos, que la corrupción sea definitivamente erradicada o duramente penada por la justicia. Que los políticos no sientan que llegar al poder es la carta en blanco para robar, pararse para toda la vida… Ello es, cómo hacemos para que los próximos gobernantes sean mejores que esta lacra??

Debemos además, recuperar las instituciones, darles autonomía, independencia, que ejerzan el control cruzado que sabiamente promueve nuestra carta magna. Recuperemos el valor de la Constitución Nacional como ley primera, como garantía de nuestros derechos y obligaciones.

Celebremos el 25 de mayo, recuperando los valores de aquellos criollos que dieron vida a un gobierno autónomo, con la Visión de transformar un virreinato en un país próspero y libre para todos. Salud al gran Pueblo Argentino.

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